La primera línea de tren cooperativa
Por Manuel Pérez
Ayer era el "Jour J" (Día D) de la nueva cooperativa ferroviaria francesa Railcoop, en el que enviaban el primer servicio de tren financiado por la ciudadanía. Ayer era un tren de mercancías, y a partir de junio 2022, serán también servicios de pasajeros que empezarán uniendo las ciudades de Burdeos y Lyon.
Esta iniciativa ha despertado el interés de los nuevos modelos de negocio en el transporte por ferrocarril, sobre todo en los servicios regionales. Tal y como comentábamos en uno de nuestros primeros posts, hay una petición creciente de la ciudadanía para no retirar los servicios que antiguamente conectaban poblaciones más pequeñas, vertebrando el territorio de manera descentralizada. En Francia, al igual que en España, predomina la tendencia de sustituir los antiguos servicios regionales por servicios de alta velocidad entre poblaciones más grandes y con menos paradas, pasando por París (o por Madrid) en muchos casos. En Francia, aunque el 90% de la población reside a menos de 10km de una estación de tren, casi un tercio de ellas ya no tienen servicio.
Este era el caso de la línea Burdeos-Lyon, una línea no electrificada y actualmente en desuso por la compañía estatal SNCF. Hoy en día, hay que ir a París y hacer un cambio de estación entre la Gare de Lyon y Montparnasse (un trayecto de unos 20 minutos en metro). El trayecto dura en total unas 5 horas, que sigue siendo ligeramente menor al tiempo total de viaje por la antigua línea que Railcoop va a revivir. Y es que el objetivo no es llegar más rápido, es conectar a más gente y de forma coherente con los hábitos de la población que habita entre estos dos ciudades separadas por 550 km (5h30 en coche), entre las que queda todo el Macizo Central.
La cooperativa ha tenido una muy buena aceptación entre las instituciones de gobierno local y la ciudadanía, y cuentan ahora mismo con más de 9000 socios. Para hacer también de esta cooperativa un espacio de debate sobre cómo debería ser el transporte ferroviario en áreas rurales, a cada socio se le da un voto sin importar la cantidad aportada, y sus socios tienen entre 6 meses y 93 años. Curioso.
Desde un punto de vista tecnológico, están alquilando locomotoras para el transporte de mercancías y pretenden comprar material reciclado (y restaurado) de la SNCF para el transporte de pasajeros, en concreto las unidades diésel X72500. Aseguran en su foro de preguntas y respuestas que un tren, aún siendo diésel, es hasta 3 veces menos contaminante que el mismo transporte en coche, siempre que el tren se ocupe a más de un 50%. Para el caso de España: Suponiendo que una unidad de tren puede transportar hasta 160 pasajeros, ocupado a la mitad (80), un tren diésel sería alrededor un 20% más eficiente que el mismo transporte en un coche diésel nuevo, y hasta un 50% más eficiente que en coches de gasolina de más de 10 años. Sin embargo, como decíamos en el otro artículo, la ocupación de los trenes regionales en España es de tan solo el 35%, y aún menor en líneas no electrificadas, lo que dificultaría hacer "rentables" ecológicamente estos trenes. El potencial de cambio está en la demanda que puedan atraer, retirando pasajeros de las carreteras.
Pero el principal interés de esta iniciativa no es el tecnológico, sino el social. Como decíamos anteriormente, es cada vez mayor la consciencia sobre el impacto medioambiental del transporte, y queremos cambiarlo de una forma justa e inclusiva. Para eso, hay que hacerlo intentando responder no sólo a los criterios tecno-económicos que reflejan una sociedad cada vez más urbana, si no también sociales y principalmente intrageneracionales. La participación en esta cooperativa ha sido bastante extensa, y ojalá dé lugar a más investigación y propuestas sobre cómo retomar alternativas al transporte por carretera, aunque quede mucho que mejorar por el camino.
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