Qué se espera del sector transporte en la COP26: El caso de España

 Por Manuel Pérez 

El sector transporte es uno de los principales emisores de gases de efecto invernadero en España al igual que en el resto de Europa. En 2020, según los últimos datos del Inventario Nacional de GEI, el transporte sigue representando un 28% de estas emisiones, contribuyendo así al cambio climático. 



De estas emisiones del transporte, una gran parte provienen del transpote por carretera, ya que absorbe la mayoría de la demanda tanto en pasajeros como en mercancías, y produce la mayor demanda energética. Según este mismo Inventario, el sector carretera en España acumula más del 80% de la movilidad total en el país y más de un 90% de los combustibles utilizados (entre todos los modos), son derivados del petróleo. De ahí que en la COP26, uno de los 3 principales objetivos de mitigación se titule Acelerando la transición hacia los vehículos de cero emisiones. Al final del artículo hemos traducido el resumen de objetivos de la COP. 

España es uno de los países presentes en la COP26, y comparte el objetivo de transicionar hacia vehículos sin emisiones tal y como ya describía la reciente Ley de Cambio Climático y Transición Energética (Ley 7/21 del 20 de mayo). Su cuarto título se titula Movilidad sin emisiones y transporte, y recoge en su artículo 14 la necesidad de vender únicamente vehículos sin emisiones en 2040. Si miramos el mapa publicado en la página de la COP, España se sitúa entre los pocos países con objetivos oficiales de prohibir la venta de vehículos de combustión, aunque con una fecha a la cola de los demás firmantes europeos. 



Para que esto suceda, se tiene que dar un cambio estructural en la industria del automóvil y la infraestructura de transporte, a la vez que se promueve la compra de vehículos cero emisiones a través de incentivos económicos y políticas de transporte (por ejemplo, las zonas cero emisiones como Madrid Central o Rondas de Barcelona). 

Uno de los principales impedimentos a la compra de vehículos eléctricos es la disponibilidad de puntos de recarga públicos y privados, provocando la llamada "ansiedad de autonomía" (range anxiety) en los conductores. En España, según la EAFO, tenemos alrededor de 8.000 puntos de recarga mientras países como Francia o Alemania rondan los 45.000, y Países Bajos los 66.000 con una extensión bastante menor. Esto hace que tanto en ciudad como en autovía (14 puntos cada 100 km), la disponibilidad de recarga sea baja y el atractivo de los vehículos eléctricos se vea reducido. 

En el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia se habla de llegar a los 5 millones de vehículos eléctricos en 2030, aumentando el número de puntos de recarga hasta un total de entre 86.000 y 110.000 repartidos por todo el territorio. Igualmente, habrá que implementar puntos de recarga para los vehículos de hidrógeno (llamados FCEV en el mapa: Fuel-cell electric vehicles), el otro gran candidato de los vehículos sin emisiones. 

La Unión Europea, en su objetivo de neutralidad climática que se materializa en el Green Deal o Pacto Verde, considera objetivos muy ambiciosos como la reducción del 90% de las emsiones del transporte en 2050, y subraya mecanismos más transversales como: 

  • Acelerar la adopción de vehículos sin emisiones. 
  • Cambio modal hacia modos más sostenibles como el ferrocarril y el transporte marítimo. 
  • Mejorar la eficiencia del transporte a través de las nuevas tecnologías y convenios comunitarios de interoperabilidad.
En definitiva, complementar la mejora tecnológica con cambios en los hábitos de consumo no es solo necesario sino también más barato, y es por ello que objetivos como el de la presente COP vienen acompañados de muchas otras políticas menos específicas a las tecnologías y en las que quizá, es más difícil ponerse de acuerdo. 






1. Mitigación: Asegurar la neutralidad climática a mitad de siglo y mantener el objetivo de 1.5 grados al alcance.
  • Acelerando la eliminación del carbón
  • Reduciendo la deforestación
  • Acelerando la transición hacia vehículos cero emisiones
  • Impulsando la inversión en renovables 
2. Adaptarse para proteger comunidades y habitats naturales
  • Protegiendo y restaurando ecosistemas 
  • Construyendo sistemas de defensa y alerta, a la vez que infraestructuras y una agricultura más resilientes para frenar la pérdida de habitalidad y vidas.
3. Mobilizar financiación
Los países desarrollados deberán cumplir su palabra, mobilizando al menos 100.000 millones de dólares al año desde 2020. España es uno de los países que deberán aportar financiación, y la Moncloa ha anunciado un incremento del 50% en la cifra destinada, hasta alcanzar los 1.350 millones de euros anuales desde 2025

4. Colaborar entre países

 

Comentarios