El gas ruso y la economía española

 Por Antonio F. Rodríguez

Funcas cuenta en este artículo de su blog el efecto que tendrá el alto precio del gas natural en la economía española si se mantiene más allá de la próxima primavera: una inflación del 3% (según cálculos moderados) y recortes en la previsión de crecimiento para España. Tan solo el 16% de los trabajadores en España están protegidos de la inflación con convenios colectivos (frente al 65% que había antes de la crisis financiera), lo cual hace previsible que la subida del precio del gas suponga una pérdida de poder adquisitivo que tendrá un impacto distributivo más allá de la propia subida de las facturas de luz y gas.

El poder de mercado de Rusia en el gas que importa Europa no garantiza que la situación mejore tras este invierno (que se avecina muy duro) y puede convertirse en un problema crónico, con más motivo aún cuando se apruebe Nord Stream 2 (que aunque a corto plazo pudiera aliviar los precios, a largo plazo aumenta la dependencia en el gas ruso).

También dan números sobre la importancia de crear incentivos claros y previsibles para movilizar inversiones privadas en la transición energética: para que el sector público pudiera llevar a cabo todas las inversiones necesarias (24.000 millones anuales en España según la IEA), haría falta destinar todos los fondos Next Generation a la transición energética, y cuando estos se agoten, renunciar a todas las otras inversiones.